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«Me consideras un hombre culto y leído. Sin duda te equivocas, dijo Confucio.
Tan sólo he tomado el hilo que enlaza el resto»

martes, 6 de octubre de 2015

MOOCBot:Matar el juego antes de que muera

Segunda semana del MOOCBot y hoy inicio mi participacion en PROCOMUN con un post que reproduzco aquí, un poco dándome de bruces contra esto de que robótica y programación  todo el tiempo, en todas las materias, para todos los temas...

Pero antes: una explicación:


Hoy escuché el podcast de un coterránero, Hernán Casciari, que hace 15 años vive en Catalunya ("un país que no es el suyo")

Si tienen ganas, escúchenlo aquí: http://editorialorsai.com/blog/podcast/index.php#223

En él, además de narrar una estupenda historia, Hernán dice "No es que cambié de opinión: un argentino que cambia de opinión, es un uruguayo"

Me apliqué la máxima a mí misma (para verificar si soy uruguaya y no me había dado cuenta) porque por varios años pensé que sí, que en efecto YO HABIA CAMBIADO DE PARECER acerca de la enseñanza de la programación, por caso.
Pero ahora creo que no. Que soy tercamente argentina. Que sigo pensando que...

(bueno...y aquí viene el post)


Voy a ser levemente disruptiva de tanta felicidad y conveniencia de "introducir la robótica y la programacion en TODAS las materias"
Antes de eso, advierto: soy pedagoga, pero me dedico a la tecnología educativa hace como ...puf!!! 32 años! Di clases con Logo y trabajé con robótica cuando EN SERIO todos decian "robotiquéeeeeee??"

O sea: Tranquilos. Estoy de vuestro lado.

Pero soy también (creo) sensata, y crítica, y me gusta pensarme las cosas con mi propia cabeza, diga lo que diga la moda.
Y entonces la verdad es que la idea de que programación y robótica es algo que pueda (¿o que deba?) incluirse en TODAS las materias...sencillamente me hace ruido.

No me parece inteligente. No me parece útil como regla de diseño.
No me parece que NADA de lo que se puede hacer con tecnología sea necesario de expandirse por igual a todas las materias.
Que podemos hacer el esfuerzo e incluso a veces "forzar" la integración de la robótica o la programación con la filosofía o la educación física o la literatura argentina... pues claro.
Desde que existe la idea de integracion curricular, los maestros hemos pergeñado engendros mutantes variopintos que terminan por hacer entrar en la misma hora de clases las escarapelas de la revolucion con la regla de tres simple.
Que se PUEDA hacer no es buena señal.

A mi me parece que el pensamiento de diseño, y la idea de conocer acerca de los algoritmos para el trabajo en etapas, (por ejemplo) es algo interesante, y suficientemente general como para que a cualquier educador le convenga saber de qué va.
Pero nada más, amigos.

He visto, en nombre de la programación, realizar proyectos en los que supuestamente el profe de Historia integraba la programación y la robótica, y los críos pasaban tres meses diseñando un ELEFANTE (sí, como lo leen) un ELEFANTE que saltaba de una piedra a la otra si el usuario respondía correctamente preguntas tales como "¿Qué vino primero: A-el neolítico o B- el paleolítico?"
Miren...se me ocurren 25 maneras muchísimo mas ricas de aprovechar tres meses de mis clases de historia que lidiar con los vericuetos de un programa de opciones múltiples que ¡¡¡si si si!!! finalmente les enseñaba a los chicos algo acerca de como formular preguntas y como chequear la veracidad del resultado... Pero es que si era un taller de programación lúdica, perfecto... Pero si son mis clases de historia...realmente prefiero enfocarme en una multiplicidad de recursos (TIC y NO TIC) que me permitirían avanzar con mis estudiantes en la comprensión de causalidaes, correlaciones, sucesos, procesos y efectos sociales y culturales.
Aquí no se aprendía historia, y me atrevo a pensar que lo que se aprendía de programación quedaba "capturado" por el esfuerzo de hacer un juego que contuviese preguntas "de historia de primer año"
En ciertas ocasiones, y como bien dicen los proefesores de educación física, es preferible matar el juego antes de que muera.

Usé este ejemplo no para simplemente polemizar, sino al reves: para MATIZAR

Me parece maravillosa la robótica. Me gusta la programación. Vivo un momento que no había imaginado (después de tantos años de predicar como una voz en el desierto!!!) en el que personas destacadas de la educación y la cultura al menos piensan y manifiestan ( no me atrevería a firmar que lo comprenden a cabalidad) que vale la pena aprender a programar.
Claro.
Pero no creo que valga la pena la lucha de forzar a entrar a todos por la misma puerta.

Programación : sí
Robótica: si
¿Para todas las materias, en todos los niveles, todo el tiempo? ¡No!
En mis clases de arte, ademas de arte digital quiero arena y telas, y pintura que se derrama y mancha los dedos...
En mis clases de geografia, ademas de GPS y mapas satelitares quiero experiencias con el barro y visitas a los accidentes naturales de mi zona...
En mis clase de literatura, ademas de robots parlantes y libros digitalizados quiero esos instantes en que se escucha la respiración contenida del grupo cuando yo, su maestra, les leo con emoción el final de un cuento que me ha apasionado a mi. 

Si en ese bello momento sólo una voz humana alcanza, entonces es que la voz humana es suficiente allí.
Saludos a todas, a todos!
VeRa

jueves, 1 de octubre de 2015

MOOCBot: BoldBot en camino (y tropezando)


BoldBopt
Aqui empiezo a dar respuesta al primer reto del MOOC "En esta primera unidad el reto consiste en crear tu propio robot desde cero. "

Me autoevalué como nivel 2 (BoldBot) y mi tarea consistía en usar leds sobre un robot de papel o similar. Me fui a la web recomendada (Instructables Robot Paper LED Flashlight) pero el modelo me causó poco entusiasmo.

Asi que segui navegando y ¡Eureka! un modelo sencillo (una pila, un motorcito, y poco más) y el robot hacía algo que en varias paginas llaman "dibujos de borracho" (qué falta de respeto, che...! A los borrachos, claro!)

Este era el bello producto final que vi:



Asi que mi diseño siguió estos pasos:

1- Conseguí un celular viejo, lo desarmé (fue TODO un triunfo) y saqué el vibrador. Es DIMINUTO! y lo odio por eso


2- Probé el vibrador con una pila y dos alambrecitos cubiertos de plástico (todo en tamaño muy muy muy muuuuuuuuuuuuuuuy reducido!) Ufff
3- Probé el tamaño relativo del dispositivo: PILA + ALAMBRECITOS + VIBRADOR sobre una tapa plástica (y como estoy en Argentina, era de dulce de leche, un producto nacional y popular ;) )
Y FUNCIONÒ! Oh!!! Maravilloso!!

(si no se ve el video clic en este enlace)


4- Perforé la tapa de plástico, acomodé los tres marcadores (creo que son DEMASIADO gruesos... pero eso lo comprobé después...pesan demasiado...) 
Esta paso va sin foto: NO funcionó!!! El motorcito vibraba como loco pero los marcadores...firmes como bandera de lata. Ni medio milímetro se movió el dispositivo.

Por suerte tengo un hijo que también desarma cosas y me prestó el motorcito de un viejo joystick...entonces repetimos los pasos 2 y 3 con el nuevo motorcito.

5- No diré que es una megaobra de arte pero... miren!

(si no se ve el video, clic en este enlace)



6- Ahora tengo que trabajar para el dispositivo sea ESTABLE, es decir que necesito reajustar muchos detalles, pero básicamente...sé que funciona! Estoy pensando en un interruptor. Eso me permitirá, por ejemplo, cambiar los colores, o tapar algunos y dejar otros, o desplazar el robot dibujante a otra zona del papel... 

SEGUIREMOS INFORMANDO para MOOCBOT!!!! :)




martes, 29 de septiembre de 2015

MOOCBot: El plan de pensamiento computacional

Empezando el MOOCBot a tiempo!!! Tarea uno reabrir el blog y hablar de PLAN DE PENSAMIENTO COMPUTACIONAL.

Plan?

Mi plan es que no tengo NINGUN PLAN hoy mismo.

Lo que tengo es un recuerdo reciente: el programa LIBER.AR
El Ministerio de Educación de la Nación de Argentina, a través del Plan Nacional de Inclusión Digital Educativa (PNIDE), el portal educar y el sitio Conectados, montó el 23 de septiembre en el predio Tecnópolis un impresionante Festival de Robótica y Programación “Liber.ar”.
Ocho horas seguidas, más de mil chicos y jóvenes probando eso de la robótica en un espacio donde se podía preguntar, probar, explorar.




Mi plan no tiene nada de plan. Tiene todo de dudas, por ahora.
Fui profe de informática durante un buen tiempo, fanática, empedernida, terca defensora del lenguaje LOGO. Cuando yo hablaba de las ventajas del pensamiento computacional al programar un juego, un evento, un sensor en LOGO, recuerdo las caras que me rodeaban...
Algunas de esas mismas caras que se enamoraron del KidPix y se atrevieron a decir que era "lo más superador" al lado de los torpes gráficos de LOGO hoy agitan las banderas de la enseñanza de la programación y el retorno a la robótica en las aulas.

Juro que no los entiendo.
Juro que necesito volver a enamorarme de las bondades de los algoritmos.
Para eso necesito repensar casi todo, incluida la "necesidad" del pensamiento computacional.

Bueno, por eso me anoté en el MOOCBot. Allá veremos.

VeRa

viernes, 3 de agosto de 2012

La lección

Estos últimos días empecé a traicionar un poquito a #ExplorArTIC.
Al estilo discreto, como se cuenta en el libro "El lector", esa forma de traición en la que no andas por ahí ventilando los secretos humillantes del traicionado, sino que, por el contrario, te callas sus virtudes o su existencia.
Me autoperdono porque miro la interminable lista de tareas que tengo entre manos y me digo que en todas, de algún modo, sigo haciendo esto mismo que es explorar qué rayos va pasando con la dupla conectarse-aprender.

He mirado, no obstante, a vuelo rasante de pájaro, algunas de las producciones de los compañeros. Lei el post de Martica, desde el cual pude (tardíamente) ver qué tal fue la sesión de videoconferencia. (gracias!)
Participé un poquito en la charla del grupo de Facebook, en cuestiones sobre la memoria (¿otra vez, nena?) y sobre el almacenamiento... sobre información y conocimiento... las categorías se vuelven viscosas y ariscas... es como patinar en baba de alien: te querés salir de ahi pero te retiene la curiosidad. :)

Y yo soy muy curiosa, muy preguntona, me cosquillean las dudas y necesito coleccionar preguntas, como otros coleccionan cajitas de fósforos o monedas. Dándole vueltas al asunto de las tuberías y el contenido (creo que fue de las primeras metáforas del conectivismo que me flecharon) recordé una situación con mis datos digitales, hace bastantes años. Pre-nube, claramente.

Sufrí un ataque a mi compu, esos que acceden por algún programa de descarga, que se yo. No soy la CIA, asi que nunca había creido mucho en esos vandalismos. Pero bueno, sí, me tocó. Alguien accedió remotamente a mi compu y creó un cataclismo tamaño medio. Borró archivos, corrompió otros, dejó mensajes en muchas carpetas, reemplazó contenidos... Para cuando me di cuenta de que no era un virus, sino una persona accediendo y realizando estas maldades, ya había desaparecido una gran cantidad de material digital de mucho valor para mí. En especial lamenté la pérdida completa de unos archivos de audio, que eran las voces de mis hijos cuando empezaban a hablar.

Pero bueno, en ese momento yo participaba de una de esas redes de chat prehistóricas (jaja) gestionadas con IRCap y un amigo virtual desde Zaragoza me dijo, para consolarme: "oye...manda mail a todos tus contactos y pídeles que te reenvíen todo lo que alguna vez les compartiste"

Era una idea simple y genial, porque el tipo había borrado archivos, pero no había borrado a mi red de gente. ¿Cómo no lo pensé? 
Así que hice eso, mandé mails a todos. Y esperé. Al cabo de unos días había recibido de regreso muchos materiales en sus versiones "originales" (lo buenísimo de las copias digitales es que no pierden calidad, no se desdibujan...) muchos documentos de trabajo, escritos, artículos. Muchas fotos (incluso algunas que no recordaba haber enviado...) y sobre todo, mucha empatía y comprensión.

Hoy en día creo que pasaría menos angustia inicial, porque sé que tengo más cosas almacenadas en la nube que en los puestos donde las manipulo. Con un poco de caos, cierto, pero ¿quién no?
Sé que si se quema una de mis computadoras, perderé algunos objetos, pero no la mayoría... La lección del backup, que se suponía era la que debí aprender de esa experiencia, no la aprendí. Aprendí algo mucho mejor y más poderoso.

Por eso... y por aquí retomo, creo que me atrae tanto la idea de la circulación de datos que se entrelazan y devienen información, en las tramas de información que se entrelazan con procederes y valores y estrategias de uso y devienen conocimiento.

En el texto que estamos leyendo entre todos de Siemens, leo:

"En una economía del conocimiento, el flujo de información es el equivalente de la tubería de petróleo en la sociedad industrial"

Bien, pero me gusta más pensar en las tuberías de agua, sobre todo porque el agua que circula por las tuberías de la sociedad y se asoma aquí y allá capturada por grifos que impulsan, detienen, vuelven a mover, se transforma en mate, sopa, ducha, bombita de carnaval, vaso de limonada, jardín regado...
El punto es...
¿Quién abre la canilla y quién la cierra? ¿Quién instala un artilugio para dispersar el agua por goteo en las plantaciones de maíz? ¿Quién recolecta el agua y luego la reparte alegremente? ¿Quién la suelta a borbotones y quién a gotitas minúsculas? 

Dice también ese mismo texto que:
"Al interior de las redes sociales, los hubs son personas bien conectadas, capaces de promover y mantener el flujo de información."

Esas personas que concentran y redistribuyen el flujo del agua. Los que están muy conectados y funcionan como propulsores, los que concentran, las que tejen red...
Red --> personas --> instituciones --> organización...y el círculo se reinicia...organizaciones --> instituciones --> personas --> red...

En aquellos lejanos años de mis datos en memorias internas y sin tuberías, ya se empezaba a vislumbrar, no obstante, la potencia de "almacenar tus datos en tus amigos"
Las únicas piezas que no recuperé fueron aquellas que me había guardado solo para mí misma.

Esa fue mi lección acerca de compartir información, que mi amigo Xavi, el de Zaragoza, sintetizó en una bella frase "Lo que compartí, lo tengo. Lo que me había guardado, lo perdí"

Buenas noches a todos, compañeros de tuberías y de grifos ;)

martes, 17 de julio de 2012

Nodos, conexiones, fotos, personas, hilos...

Hoy leí la entrada de un compañero de camino en  ExplorArTIC que llegó puntual y automáticamente a mi correo.
Caray...! sólo esa acción me disparó un montón de pensamientos. Por ejemplo, me puse a pensar cómo era que "me llegaba" la información de temas novedosos en relación a educación y tecnologías hace... veinte años? 
Hace 20 años yo ya era docente, ya estaba interesada en la tecnología, ya sentía una curiosidad por ver hasta donde este hilo enlazaría el resto. Pero no era fácil acceder a lecturas, a autores emergente, ni siquiera era fácil leer opiniones de personas que pensaban parecido, en otras partes de mi país, de mi región, del planeta. Es decir que ya, simplemente, el hecho de este puente que Diego Leal ayuda a construir tomándose su tiempo, aprendiendo y volcando en la red eso que aprende, ya simplemente esta acción de generar un registro de publicaciones etiquetadas y elegir un mecanismo y un dispositivo para que nos lleguen a todos los que estamos interesados en la temática, es un enorme paso adelante.


Quizás la acción se llama igual que antes: suscribirse a una lista. Mis padres, recuerdo, eran suscriptores de un círculo de lectores, que, una vez al mes, les enviaba un catálogo de libros para seleccionar. Un mes compraban, otro mes...no (eran tiempos de ahorro...) El mecanismo era idéntico: suscribirse, esperar que la información llegase filtrada, elegir qué, leer.
Pero el modo en que se conectan hoy la acción de suscribirse y la acción de leer muestra una diferencia profunda y sustancial. Uno no se suscribe como lobo solitario, sino ya enraizado en el movimiento de las redes. Yo leo la entrada etiquetada como ExplorArTIC y siento de inmediato el deseo(y la habilitación) para conversar, para responder...aunque sea, desde otra fuente de lectura, este blog.


Entonces... cuando leo la entrada de Edgar, que inicia diciendo:  "Lamentablemente no recuerdo de dónde tomé esta imagen de Stephen Downes traducida, fue de un blog, de momento no puedo recuperar la dirección..." siento de inmediato las ganas, la necesidad, de responderle: esa imagen, como bien lo dice al pie de la misma, es una recreación del diseño que hizo, a mano alzada y sobre una pizarra blanca, Stephen Downes. Quien hizo la bonita "traducción" a lenguaje gráfico (y apenas, un pelín mas ordenado) fue el Prrofesor Potachov de Moldavia. Ese nombre divertidisimo es el alter ego de un creativo profesor de educación física, que por esos movimientos del destino terminó al frente de una clase de tercer grado de escuela primaria, liderando actividades de arte con tecnología.


Por esas cosas (¿del destino?¿será sólo el destino? ¿o las conexiones buscan las cañerías por donde circular mejor?) ese mismo profesor, Néstor Alonso, el prrofesor Potachov, fue quien tuvo a su cargo la tarea de ilustrar la traducción del libro de George Siemens "Conociendo el conocimiento"


Sentí también la necesidad de contarle a Edgar un modo efectivo y simple de rastrear y encontrar al autor de una imagen. Edgar: sube la imagen a Google Imágenes y síguele la pista. Yo he diseñado un experimento con mis alumnos virtuales de "Herramientas tecnológicas"  de "seguirle la pista" a una imagen, destejer desde un dato visual una historia que se extiende, como las hifas de un hongo fantástico, por páginas y links, y libros y gentes...


Y piensa, pensando... anudé esta reflexión con algo que me gustaría llamar "la historia de una foto"
La foto es esta:



Y la historia se resume así: 
Hace unos ¿meses?¿años ya? conocí por sus escritos, por la red, a Stephen Downes. También conocí a Diego, primero por la red, luego, lo leí con más atención por recomendación de mi amigo Fernando Santamaría. Más adelante, nos cruzamos en persona y este año compartimos en Buenos Aires un Educamp y unos ratos libres. En esos ratos libres Diego me contó de la afición de Stephen por la fotografía y de cómo le había dado buenos consejos en ese sentido. Es que Diego también gusta de la fotografía...y yo comparto el interés y el gusto...aunque aun no me he decidido por la compra de una linda cámara, con la cual el hobby se disfruta mejor. Diego y Stephen sí...;)
Hace poco, un mes atrás, en el congreso de Virtual Educa en Panamá, veo a Stephen Downes dando vueltas. Me sorprendí, porque no sabía que estaría en el congreso, pero vamos! ya que estaba, me fui a su conferencia. Llegamos temprano (ambos) y para no perderme nada me fui adelante de todo, donde estaba sentado el propio Stephen, intentando conectarse a la wifi del evento. Claro, por cierto, mi costado "fan" se acercó y le dio la clave que necesitaba, y le pregunté si le podía tomar una foto. Sí, claro. Subí la foto a Twitter enseguida y lo mencioné así "@Downes biding his time.... In #virtualeduca2012"

Al rato comenzó la exposición (MUY interesante, por cierto!) en la que Stephen volvió a hacernos pensar en las redes, los nodos, las conexiones, los flujos...
En la última diapositiva de su presentación, además de la URL de su sitio web, muy empáticamente subió la foto de marras, con el añadido de "Thanks, @verarex" y el link a mi foto en twitter.



Desde ese "thanks", desde esa foto, varias personas interesadas en las mismas ideas que Stephen me agregaron a su red en Twitter. Algunos la vieron en Facebook. Sucedieron algunas cosas, digamos.
Y entonces, no puedo menos que pensar en cuántas maneras interesantes e inesperadas tienen las redes de funcionar, tienen los hilos de enlazarse unos a otros y de armar esas tramas que nos sostienen y nos cosquillean.
Sí, las redes te sostienen, pero también te hacen ver la fragilidad de las conexiones...hum... sigo leyendo y escribo sobre esto en un próximo post. :)



jueves, 12 de julio de 2012

Conocer, recordar, olvidar

¿Conozco algo cuando lo recuerdo? ¿O conozco porque lo acabo de descubrir?
Ya sé que Platón se hizo esta pregunta con más tiempo (y esclavos que lo abanicaban, entretanto) y que es motivo de feroces o sutiles peleas epistemológicas. Pero dicen que cada hombre puede (podría) repreguntarse todas las grandes cuestiones de la humanidad...y aquí me tienen...


¿Conocer es recordar las ideas que preexisten? ¿Hablar es recuperar las estructuras que subyacen a la condición humana, como predica Chomsky?
¿El conocimiento está por allí y se nos revela? ¿O es necesario pasar por un trabajoso camino de adquisición?
¿O quizás por un lúdico camino de adquisición, como parece sugerir George Siemens, con su hipótesis sobre las cañerías y el recorrido, y no tanto sobre el líquido acumulado al final en el estanque...?


Tantas preguntas solo leyendo el primer material.!  Que es este:





Entonces recordé un viejo post de mi otro blog (veramarina) que se titulaba "Es necesario olvidar para vivir?" Aquí va, sigo pensando así...

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Hablábamos los tres sobre la identidad...
¿Uno sigue siendo uno mismo si una máquina clona sus partículas elementales una por una con exasperante similitud y las reproduce, digamos, a varios o miles de km al mismo tiempo que las partículas "originales" son destruidas? ¿O esa "copia" de nosotros mismos es una nueva persona? Si un sujeto empieza a vivir en otro planeta a partir de un punto de su vida....¿cambia al punto de ser otro? ¿O sigue siendo el mismo individuo, pero que toma una nueva identidad para sí?
En este mar de dudas y de aseveraciones (mis hijos han heredado de mí esa rara convicción de decir supuestos como si fuesen verdades reveladas...) de pronto sobresale un item en particular: si me reproducen con una máquina... ¿la copia tendrá mis recuerdos, mis sentires? ¿Tendrá memoria de lo que he sufrido, de mis preferencias, de mis vergüenzas, de mis modestos triunfos? ¿Podrá la supuesta máquina teletransportadora llevarse asimismo el fardo de mi memoria?


En este punto fue que Pato se quedó pensando (supongo)
Rato más tarde, intrigado y con esos ojotes inquisidores, vino con la duda "Es necesario olvidar para vivir?"
Y con la aclaración:
"Quiero decir... si uno trata de acordarse de todo lo que le pasa o lo que aprende...el cerebro no se llena alguna vez? no habrá que ir dejando más lugar...? olvidándose algunas cosas..?"

Quise tomar poéticamente la pregunta. Emocionalmente. En un sentido romántico, si se quiere.
Le dije que sí, pero que uno olvida ciertas cosas, no para "desocupar el cerebro" sino para soportar mejor la vida y algunas de sus circunstancias. Que tampoco es necesario torturarse si algunas veces el cerebro se niega a guardar cierta información (como el pluscuamperfecto de la 3ra conjugación) porque hay cosas que estarán siempre en los libros...(agrego ahora: que le podrás preguntar a la red...)
Que olvidamos lo feo para que quede más espacio para lo bello.
Que recordamos lo bello para atesorarlo, y que se repita.
Que debemos aprender a "soltar" los recuerdos que nos lastiman, aunque tengan su costado bonito, tierno, melancólico...


Le iba respondiendo...y me escuchaba a mí misma dándome una lección.


¿Es necesario olvidar para vivir? Sí, es necesario. El día que se invente la máquina teletransportadora, que vayamos livianos de equipaje, bien dispuestos, alegres, desapegados, mínimos, con unos pocos y buenos recuerdos, bien elegidos, como herramientas para conjurar la nostalgia.

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¿Y por qué anudo este tema con el tema de memorias y olvidos con el tema de la cognición, el conocimiento, el surgimiento del aprendizaje en red...?
Uy, por varias razones. Pero sobre todo porque el texto de Siemens me provocó una EVOCACIÓN  de estos asuntos. De cómo las redes, que siempre han existido entre los seres humanos, están alcanzando el aprendizaje de un modo particular a través de redes digitales. De cómo tenemos la percepción de "saber cosas" solo porque recordamos algo de ellas. De cómo algunas herramientas populares en las redes digitales se han adosado a nuestra experiencia de conocer/recordar como una suerte de memoria externa de lo social: el cumpleaños de un antiguo compañero, la nueva situación sentimental de un ex, las tendencias entre los jóvenes a los que vemos tangencialmente por las redes compartidas con alumnos, sobrinos,hijos, el surgimiento de palabras de moda, la existencia o surgimiento de carreras, instituciones, conceptos...


Ayer, en una conferencia en mi trabajo, Mariano Gordillo mencionó el fenómeno de la hipermnesia . Ese sufrimiento que padecía Funes, el personaje de Borges, que era incapaz de olvidar. 
La hipermnesia es una enfermedad y no una bendición, porque quienes la padecen tienen registro de su autobiografía de una manera perfecta: recuerdan a todos los compañeros de primaria, a todos los profesores de la secundaria, incluidos los suplentes, recuerdan todos los aniversarios, los cumpleaños, recuerdan "lo sublime y la anécdota más estúpida" . tal como lo describe en una nota el diario El País.

Y justamente, a raíz de esa nota, Mariano comentaba que Facebook, niño mimado de las herramientas "sociales", cuasi sinónimo de "redes sociales" hoy día, actúa como un perverso y continuo simulador de la hipermnesia.

Es muy interesante este cruce... a mí, en especial, me puso a pensar acerca de si recordar mucha información se asemeja, en el imaginario popular, a tener mucho conocimiento.

Dicen que el Rey Salomón era considerado SABIO  porque tenia una memoria prodigiosa que le permitía recordar miles y miles de proverbios, los cuales aplicaba a casos particulares, con una inteligencia maravillosa. (Bueno, aquí queda claro, no solo era memorioso, también era astuto...)

Les dejo el link al artículo sobre Facebook e hipermnesia, es por aquí


Y sigo leyendo.
Y sigo pensando...en red.



RE-apertura

Señoras y señores...
Se reabre este blog, ahora como espacio de escritura y repositorio de ideas, para llevar adelante el curso abierto que coordina Diego Leal.
Esta vez no fallaré.